lunes, 26 de noviembre de 2012

Nada.

Volver hacia atrás, descrecer. De un golpe. Otro asalto. Retroceder cinco escalones del tirón. Sentirte otra vez ahí abajo. La caída duele, pero más duele pensar en lo que te ha costado subir. Que te empujen. Que de un golpe lo destruyan todo lo que tú has construido con miedo. Y sólo tú lo sabes. Desde aquí se ven las escaleras enormes. No te imaginas cuánto. Igual ya no merece la pena subir. Igual lo mejor es quedarse abajo. O seguir bajando. Allí dónde no hay nada. Hasta que no quede nada. Nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario