Sigue intacto

TÚ

Y tú sin decir nada. La luz parece quedarse dormida. El aire me acaricia. Las velas de los barcos tapan la luna y yo tiemblo. Noche de Mayo. Papeles mojados que cuentan pasado. La miel en los labios.  Y tú al otro lado...

Humo

Amanece de nuevo, pero ésta vez es diferente. Algo ha cambiado. Aquello que provoca tu mirada en mi estómago. Aquello que hacía tiempo que no sentía. Motores de cristal. Sonrisas. Humo. Ganas de descubrir. Descubrirte. 

Comprender que las palabras del pasado quizás no eran tan importantes. Palabras simplemente.

 Palabras hipócritas.

Reafirmar decisiones. Tú me sujetas y yo te empujo, esto es así.
 Más allá de los límites.

 Dejar lugar a la fé.

"Por fin decir que estoy segura de que el pasado no me alcanza"

Y hasta los recuerdos me arañan

cuando pienso en su espalda,

peleas de gatos por ganar la batalla.

Me da vértigo tu mirada,

cierra los ojos y salta.

Apaga las velas, apágalo todo.

Los valientes no se espantan.

Dime si a ti también te pasa, 

que te busco en cada aliento.

Que me haces falta.

Afloja correa

Escuchar las pisadas que el tiempo hace al pasar nunca fue la mejor opción. El sabor amargo de la espera se apodera de tu cuerpo. No puedes respirar. Suaves melodías que invaden mi cabeza. En busca de ti. De mí. Buscarte en cada boca, en cada mirada, en cada gota. Sólo hay aire. Me ahoga tanto aire. Llévame contigo lejos de ti. ¿Sabes? Ya nada huele igual, ya nada sabe igual. Interminables escaleras.

Cierra los ojos. Piensa. Piensa en eso que siempre evitas pensar. No seas cobarde. No lo tapes, que el peso duele.

"Y de vez en cuando afloja correa pa' que veas que sigo aquí."

Puede que esta vez no sea yo...

Si tu escribes yo canto. Léeme la espalda. Que se claven tus palabras. Guárdalo todo. Inventa mi llave. Dame razones. Anuda la cuerda. Escucha mis silencios. Siente. Me duelen tus miradas ambiguas, pidiendo algo, pidiendo nada. Llenas de nada. Súbeme la falda y dime que me quieres. Hacer de la pared el mejor de los tesoros. Hacer del loco el mejor de los cuerdos. Hacer del cuerdo el mejor de los locos. Puede que esta vez no sea yo.

Déjalo ir.

                                           

Y quién sabe, igual él pensaba en ella como ella en él.