Prince

Y tumbarme en el césped a buscarle forma a las nubes y que sólo te vea a ti.

Ley de imposibilidad del fenómeno.

...Y las ves ahí, tan bonitas, tan pequeñas, tan elegantes. Pero a la vez con tanto poder, el poder de cambiarlo todo. Y piensas si vale la pena, que mañana se te va a pasar. Pero mañana no se pasa, ni al otro, ni al otro... Pero aun así tú no te ves con el valor de hacerlo. (Porque en el fondo no eres más que una cobarde). Apagas la luz y a dormir...

Pero te levantas y las ves ahí, tan bonitas, tan pequeñitas...

Cierra los ojos, piensa en tus deseos, en tus ideales... Vuelve, vuelve a la vida real, date el golpe y que te duela (porque duele).Y dime qué es lo que quieres.

La pecera.

[...]

Vivo en un piso de ricos, mis padres son ricos, mi familia es rica y mi hermana y yo somos virtualmente ricas.

Pero a pesar de eso, a pesar de tanta suerte y tanta riqueza, hace mucho tiempo que sé que el destino final es la pecera, un mundo dónde los adultos chocan como moscas en el mismo vidrio.

Pero lo que es seguro es que a esa pecera yo no voy a ir, es una decisión madurada, cuando acabe el curso, el día que cumpla 12 años, dentro de 165 días me suicidaré.

[...]

La elegancia del erizo.

Corridas de amor

¡A la mierda!

(Y tú también)

Me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz

Haces falta

¿Hace un árbol ruido cuando cae en medio de la nada? Me lo he preguntado muchas veces... Claro, claro que hará ruido, pero si no hay nadie para escucharlo... ¿de qué sirve? El sonido es sonido porque hay alguien que lo siente, pero no si hay ese 'alguien'...(no sé cómo explicarlo, coño).

Asuntos serios.

Amor. Palabras feas (y bonitas, claro). Tú. Los 'perdona'. Abrazos. Sexo. Mentiras. Susurros. Sonrisa mañanera. La puta inseguridad. La puta (a secas). Lágrimas. Esa bolita en la boca del estómago que cada vez aprieta más y más fuerte hasta ahogarte.

Chiquitina...

Sorpréndeme

Mudo testigo de una vida que tiene como eje principal el placer, que goza de él y que ha conseguido saltar todas las barreras de las represiones que a tantos ahogan tristemente.

Duermo cuando tengo sueño. Amo también cuando lo deseo. Cuando me siento excitada busco el placer. Si estoy acompañada de una persona y me gusta follo con ella. Me da lo mismo sea blanca o negra, hombre o mujer.

Creo que he querido volar, volar de una forma personal y diferente y que lo he conseguido.

Cierra los ojos

-Cierra los ojos.

-¡Pero es que quiero verte!

-Pues me escuchas.
-Te huelo.
-Me tocas.

-Te siento.

-Me besas.

- Te quiero.

Y rebusco en en la memoria el rincón donde perdí la razón, y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no. Contarte que quisiera ser un perro y olisquearte, vivir como animal que no se altera, tumbado al sol lamiéndose la breva, sin la necesidad de preguntarse si vengativos dioses nos condenarán, si por Tutasis el cielo sobre nuestras cabezas caerá.

http://www.youtube.com/watch?v=58bxvbkq514

Bésame

Y se está amontonando la mierda, y esto empieza a oler mal. ( Y por mucha colonia que yo le ponga, en el fondo, todo está igual ). Igual es que necesito cambiar de aires... o igual es que estoy gilipollas y no sé que **** hago escribiendo esto.

Y aquí estoy..

Me he subido a lo mas alto, escalón a escalón. Cada escalón pisado fue derrumbado. Y ahora estoy aquí, sin poder bajar... lo peor de todo es que tengo vértigo. Y si saltó me mataré...

Si me obligas a saltar puede que te arrastre a ti, dime si quieres probar, dime si quieres saltar...

¿Por qué nos hacemos esto?

ViernesTrece

Llueve, llueve muy fuerte, como nunca ha llovido, es la mejor lluvia que me ha mojado jamás... No quiero que pare, odio secarme... Viene el viento, y te enfría, te enfría mucho.

Sí eres una niña, sí eres un duende, sí eres luchadora, y sí eres mi camino... Un cacho de pan.

Idiota..

Yo era su tesoro, supongo.

El frío de la noche enardecía nuestros abrazos, los suspiros se estrellaban en el edredón, y ante mi se agrandaban aquellos ojos apenas perceptibles, la nariz que se frotaba con la mía. En medio del silencio nos susurrábamos promesas increíbles, niñerías absurdas, declaraciones tópicas de puro repetidas que reverberaban en múltiples vibraciones, y tiempo se nos iba en hacer y deshacer la cama. La hice para ella alguna vez, tras descubrir un juego de sábanas que vete a saber tú de quién habría heredado, y le enseñé lo que era un embozo, algo desconocido en aquella tierra tan amiga de los edredones. Opinó que aquello era como un sobre, un sobre diseñado para guardar tesoros. Yo era su tesoro, supongo, desnuda y pura como un recién nacido, acogida en la frialdad y la blancura de las sábanas, en un útero de tela, y ella compartía conmigo aquel refugio, patinando hacia mi a través de la llanura de hielo resbaladizo que era la ropa de cama que yo había tendido estirado. Deslizándose en mi búsqueda, chocaba en lo oscuro , de pronto, y yo sentía su piel en contacto con la mía. Brotaban chispas eléctricas. Ella susurraba arrastrando las palabras con su voz anaranjada y me contaba las cosas que iba a hacer conmigo. Me hacia reír y mis gorjeos rebotaban en la bóveda de lienzo que me cubría entera. Y entonces sentía como entraba en mí, un ataque luminoso que alumbraba las sabanas. Buscaba con mi lengua la huella de su lengua, hundida en mis salivas. La huella de su lengua que nuevamente en ella depositaba, entre sus ingles. Era como si yo tuviera una microcámara en las yemas de mis dedos, que me permitiera ver su interior. Avanzaba, la atravesaba, vadeaba lagos, sorteaba recodos, hasta llegar a una pequeña bolita brillante que se dilataba en contacto con la yema de mi dedo, y a continuación sentía cómo se expandía a toda ella, cómo su túnel se ensanchaba y se contraía, aprisionado a mi dedo y a mí misma. Yo estaba en ella, y ella en mi.

Lucía Etxebarría

Tengo miedo. No soy yo. No sé quién es. ¿Cómo ha empezado todo? ¿Cómo he podido

llegar hasta aquí, hasta tal punto...?

Tanto daño... a ti, a ella, a mi mismo...Todo por esta mierda, esta puta mierda

incontrolable, ha tomado mis mandos, me domina, me persigue, va a acabar conmigo...

Creo que no puedo más. Soy demasiado débil... al final siempre gana ella.

Le he regalado mi cuerpo poco a poco, creo que ahora le pertenece mas a ella que a mi.

No puedo que él, cada vez me pesa más, me pesa más todo, y yo no puedo...

¿Cúantos?

¿Cuántos años de entrenamiento hacen falta para disparar directamente al corazón?

Estupendo

Vivo en un país dónde es ilegal descargarse una película pero sí puedes matar un toro.

Qué estupendo ¿no?

Quiero enredar mis manos en tu pelo...

Y así me enamoré. Me enamoré de ella sin querer, sin saberlo, sin entenderlo. Ni siquiera mi móvil entendía esos constantes secuestros. Y o no elegí enamorarme de ti, cuando lo supe ya era demasiado tarde, demasiado tarde para echarse atrás...

A todo el mundo le llega el momento, ese momento, tu razón de vivir, algo por lo que luchar, o simplemento algo para que te ayude a levantarte por las mañanas. Digo 'tu razón de vivir', por decirlo de alguna manera, ese algo no te hace pensar en las razones por las que estar muerto, bueno, en realidad no te deja pensar en nada... igual hay gente creada para eso, para que se metan dentro de ti y sólo pienses en esa persona y no en la muerte. Igual es el sistema de la humanidad... igual soy tonta (lo más probable).

Demasiado tarde para echarse atrás, para huir de la vida, para entonces ella ya me había mordido el corazón.

Sí,llegarás

Nervios. Desesperación. Tristeza. Inquietud..Quizás un poco de esperanza. ¿Llegará? ¿No llegará? ¿Cómo será? ¿Tendrá bigote y maletín? ¿O tendra bolso y tacones?.

Sentada en uno de esos incómodos asientos de la estación de metro, esperando a alguien, o quizás a nadie. Así pasaba la vida. Sin vivir, esperando. Se cansó de no vivir. Se cansó de esperar a ese alguien que no venía. Se levantó y pensó que por qué tendría que ser ella esperando a alguien y no ese alguien esperandole a ella. Estuvo buscando, y buscando, y buscando... Se dió por vencida. Prometió no buscar a nadie más y dedicarse a si misma. Y así lo hizo, se conoció (porque no se conocía, ni siquiera conocia aquel bonito lunar que tenía en el dedo corazón) y se dió cuenta que no necesitaba a nadie más para vivir. La persona a la que ella llevaba tanto tiempo esperando era ella misma.